Kultxun

Los mapuches usaron históricamente 2 tipos de membranófono bien diferenciados. Su nombre ha sido difuso a través del tiempo. Durante el Siglo XVII se utilizaba el término Kultunka. Durante el Siglo XVIII, XIX y XX  se utilizó el término ralikultrun que diferenciaba al timbal de plato (rali) del tambor cilindrico de doble embrana Kultrun. En la actualidad se utiliza kultrun para referirse al timbal de plato y kakel kultrun para el tambor cilíndrico de doble membrana.                       

El Kultrun se compone de un plato (rali) de tamaño que fluctúa entre los 31 y 60 cm de diámetro por 8,5 a 26 cm de altura (Pérez de Arce 2020, 145). La madera utilizada es relativamente variable: foye (canelo), triwe (laurel), lingue, tepa, álamo, en general árboles que permiten obtener el diámetro necesario para la manufactura del instrumento. Antiguamente, el foye era el árbol preferido para la fabricación del instrumento. Actualmente el triwe es elegido por algunas machi, debido a sus propiedades: sanador, integrador, suave y femenino (Pérez de Arce 2020, 146).                                                   

La fabricación del Kultrun está ceñida a un ceremonial denominado monül-kultrung. El trabajo de labranza del Kultrun es mediante uso de hacha (weo) y gubia (gurbea). Durante el ahuecado del rali, algunos(as) artesanos(as) utilizan fuego. el rali es trabajado a un espesor aproximado de 1 cm. En la localidad del lago Maihue, los(as) artesanos(as) colocan un par de cuerdas metálicas de guitarra de forma cruzada, en el interior del rali. Al percutir el instrumento, las cuerdas producen un sonido más "campaneador". La membrana, en mapuzungun trelke-kapera se fabricó en el pasado de chiliweke (llama o guanaco), kiltro (perro), gato montés, y posteriormente de oveja, chifu (chivo), cabra o vacuno (Pérez de Arce, 147).                     

El kultrun se utiliza fundamentalmente en situaciones rituales, de la mano de machis u otros miembros de la comunidad que colaboran en los rituales. Los jóvenes ñancan y  kuriche generalmente eran y siguen siendo los encargados de cuidar y preparar el kultrun para que esté disponible para el uso de la machi.