Hatun Charango
Este instrumento diseñado y construido a mediados del año 2001 como consecuencia de las necesidades técnico-musicales que iba desarrollando el luthier Federico Tarazona durante sus estudios de guitarra clásica y composición en Alemania. En aquel entonces se encontraba trabajando en la guitarra en diferentes épocas, lo cual provoca una investigación en el charango tradicional. Estos acontecimientos darían como resultado la creación del Hatun charango, ya que el charango tradicional, con su limitado registro, no le permitía abordar adecuadamente las diversas obras compuestas originalmente para violín, laud o guitarra que él se había propuesto a adaptar. El charango usualmente se toca con acompañamiento de guitarra y otro instrumento armónico, y pese a ser también un instrumento de acompañamiento, con el cual se pueden realizar complejas combinaciones rítmicas, este, en su ejecución como solista es un instrumento cantante o melódico como la flauta. El hatun charango por el contrario es un instrumento solista que no necesita de acompañamiento y es muy versátil ya que puede ser ejecutado naturalmente en ensambles de todo tipo.
El diseño fue hecho por Federico Tarazona en Francia, posteriormente el primer hatun charango fue construido en Perú por el luthier Fernando Luna, y si bien el hatun charango, es un instrumento que nace a principios del siglo XXI, la idea de su construcción tuvo lugar en Perú a finales de los ochenta, aunque fue solo una idea, temerosa para aquel entonces, pero que años más tarde cobraría vida.
Las características de este instrumento es que posee 7 u 8 órdenes de cuerdas; seis simples y uno doble (mi-la-mi-do-sol-re-la). los cinco primeros órdenes corresponden a los del charango tradicional (mi-la-mi-do-sol), con el tercer orden doble y octavado. El primer hatuin charango se hizo a partir de una sola pieza de madera tallada, y los posteriores se hicieron siguiendo la formal del charango tradicional peruano, es decir, con la caja plana tal como la guitarra. También, Federico Tarazona experimentó en una oportunidad de hacer un hatun charango con 8 órdenes, lo cual le dio por resultado un instrumento difícil de controlar en el aspecto armónico y más bien interesante en el aspecto polifónico. Pero siempre teniendo en cuenta que era importante no alejarse demasiado de la forma de ejecución del charango tradicional, entonces decidió quedarse solo con los 7 ordenes, ya que le permitían adaptar el repertorio que el deseara, y que además le brindaban una paleta sonora muy interesante para la composición en el instrumento. De todas formas actualmente, el hatun charango se fabrica con 7 u 8 órdenes.