Ñolkin
Es una trompeta vegetal, recta, de embocadura terminal, que se toca por aspiración en vez de soplado. El lolkiñ crece en la zona costera. Se corta en marzo, cuando ya está un poco seco.
Su tallo es naturalmente hueco, por lo que no se necesita un tratamiento especial. Se escoge una vara de 1 a 2m de largo y se deja secar por un tiempo prudente. El extremo más largo se corta en forma de doble bisel y en el extremo opuesto se coloca un cuerno de vacuno a modo de bocina, o bien un chungal de hojas de ñocha. El ñolkin igual como debe ser el ñolkin verdadero, uno no tiene que hacerle nada, solamente la bocina que puede hacerla de una hoja de ñocha, una hoja de chupón. Ahora a la gente está cultivando ñocha en su casa para poder trabajar, pero ya es la ñocha de antes, porque la ñocha silvestre no tenían que salirle espinas por la orilla. Ahora hay ñocha, pero la espina están más cerca… porque se están como volviendo entre chupón y ñocha. Eso es lo que no hay en la montaña.
Su diámetro interior es más grueso que el ñolquin, En la boquilla se introduce una embocadura delgada.
El sonido del ñolkin en general es muy suave, dulce, melódico, con muchos adornos que el ritmo permite hacer con precisión. El modelo musical está basado muchas veces en la observación de la naturaleza.
El ñolkin se utiliza en conjunto con otros instrumentos en los rituales colectivos. “El ñolkin lo usa una persona también que sepa tocar bien nada más. En todas la fiestas siempre se toca ñolkin… donde hay guillatún, aparece un ñolkin, una o dos trutrukas”. Su sonido agudo apoya al conjunto y le da vivacidad en estos casos. También se utiliza como instrumento solista.
Así como la trutruka, el kull kull y el trompe, el ñolkin sirve para enviar mensajes, Su alcance es en esta caso más íntimo, más cercano, que las otras trompetas.